Un día como hoy, 15 de octubre, pero de 1970, la compañía sin fines de lucro GBA Ships compró un viejo y desgastado barco en Copenhague, Dinamarca. Ese mismo día el barco fue remolcado a Rotterdam, en los Países Bajos, donde sería renovado y reparado, para más tarde ser llamado Logos. Así nacería este proyecto que hoy cumple 50 años.

El Logos Hope en La Union, El Salvador : La mascota del barco, «El Capitano» y el Capitán Jon Helmsdal, de las Islas Feroe.

Compromiso social y humanitario

La compañía GBA Ships e.V. tiene tres objetivos principales: compartir conocimiento, ayudar a los más necesitados y entregar esperanza. De esta manera, el barco no sólo busca ser un centro turístico, sino que además, busca transformar e impactar positivamente las comunidades que visita. Reconocen en los países que visitan la existencia de injusticia y sufrimiento, provocada por la pobreza, los conflictos bélicos o los desastres naturales. La compañía no es indiferente ante estas realidades y colabora con organismos locales para marcar una diferencia.

Una de las causas en las que están involucrados, es en la escasez de agua potable en el mundo. Se estima que 800 millones de personas – esto es, una de cada 10 personas en el mundo –, no tienen acceso a agua limpia; como consecuencia, al año mueren 3,5 millones de personas en el mundo. La gravedad de la situación llevó al Logos Hope a realizar una campaña: recaudar y donar 1000 filtradores de agua a las comunidades en necesidad para el año 2020. Sólo un filtrador de agua sería capaz de purificar más de 500 litros de agua al día; con una duración de hasta 10 años y un coste que no supera los 75 dólares.

Un ingeniero demostrando cómo usar el filtrador de agua donado por el Logos Hope a una comunidad desplazada en Puerto Quetzal, Guatemala.
Janina Betz habla con estudiantes después de realizar un programa en un colegio de St. John’s, en Antigua and Barbuda.

Los miembros de la tripulación también están capacitados para apoyar y dirigir proyectos de construcción, por lo que auxilian a personas afectadas por catástrofes naturales o que viven en condiciones precarias. Además de esto, los voluntarios realizan sencillas capacitaciones donde entregan herramientas laborales a la comunidad, así, las personas pueden subsistir por sí mismas. Estos talleres se focalizan en personas en situación de vulnerabilidad social.

El barco además de entregar ayuda material, capacita a las mismas comunidades para que éstas puedan solucionar y enfrentar las problemáticas que viven. En cada puerto que se detienen, realizan un foro sobre Justicia Social, donde sensibilizan sobre la trata de personas, el VIH y la pobreza, capacitando así a futuros líderes en la transformación social. El año 2016 realizaron un taller especial sobre prevención contra la trata de personas, en un colegio en Sekondi-Takoradi, en Ghana, país origen, tránsito y destino de tráfico de personas.

Equipo del Logos Hope sensibilizando y dando herramientas contra el tráfico de personas en un colegio en Sekondi, Ghana.
El tripulante KyungYun Seo, de Corea del Sur, ayuda a un hombre a construir un muro en un orfanato en Ciudad del Cabo, Sudáfrica.

El barco también cumple una labor cultural, transportando libros de buena calidad a un bajo precio. En las bodegas del crucero, transportan hasta 800 mil ejemplares de 5 mil obras diferentes. Además, realizan eventos culturales a bordo, una representación teatral de El León, La Bruja y El Ropero; además de un evento llamado Conoce Al Mundo, donde los tripulantes representan sus respectivas culturas y naciones.

Actualmente, debido a la situación de pandemia global, el barco permanece cerrado al público en un muelle de la isla holandesa de Curazao, en el Caribe. En marzo de este año, el Logos Hope había recibido 79 nuevos voluntarios y se iban a dirigir a Irlanda y a las Islas Feroe. Pero tuvieron que cancelar su viaje y varios tripulantes decidieron volver con sus familias, aun así, 330 tripulantes permanecen en el barco para continuar con sus capacitaciones, labores de mantenimiento y fabricando sus propias mascarillas. En septiembre, el barco comenzó a planificar un viaje hacia las Bahamas, para ayudar a los proyectos que están reconstruyendo su vida allí después del paso del Huracán Dorian el año pasado.

Sarah Gross, tripulante del Logos Hope, originaria de Alemania, sostiene a un bebe de un orfanato en Puerto Barrios, Guatemala.

La Historia de la flota del GBA Ships

La compañía GBA Ships es una organización sin fines de lucro, de trasfondo cristiano, que tiene su base principal en Alemania. Las siglas GBA vienen del alemán Gute Bücher für Alle, que quiere decir Buenos Libros para Todos. En 1970, tras más de 5 años de búsqueda, adquirieron su primera nave: el Logos.

En 1977 compraron su segundo barco, el Franca C., que había sido construido en 1914, dos años después del mismo Titanic. Éste barco fue bautizado Doulos y llegó a recibir más de 22 millones de visitantes a bordo.

Tripulantes abandonando el Logos tras encallar en el Canal Beagle en 1988.
El Logos encallado y comenzando a hundirse.
El Logos era un hogar para muchos de los tripulantes que viajaban con sus hijos a bordo.

En 1988, el Logos encalló navegando en aguas chilenas, cuando intentaba pasar por el Canal Beagle. En todos sus años de funcionamiento, el barco recibió más de 7 millones y medio de visitantes a bordo y alcanzaron a atracar en 400 puertos de 103 países diferentes. La marina chilena auxilió a los misioneros y familias que viajaban en el Logos, pero no pudieron hacer nada para evitar el naufragio del navío.

El Doulos no pasó mucho tiempo solo, y pronto la compañía adquirió el Logos II; así, ambos barcos surcarían juntos los mares durante casi 20 años.  El año 2009, GBA Ships adquirió un crucero dos veces y medio más grande que el Logos II: el Logos Hope.